Citas sobre pedofilia

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Citas sobre pedofilia

Anónimo

 Palabras Clave: Boylove, Pederastia, Pedofilia

Frits Bernard

1920-2006. Psicólogo holandés.

¿Cuál es el perfil del pedófilo? Probablemente no exista. En última instancia, la cosa se reduce a la relación entre una persona y otra. Que los miembros de la pareja sean de edad similar en ese momento, o que tengan edades muy diferentes, es esencialmente irrelevante mientras que la relación o el contacto ocasional sean vividos de manera positiva por ambas partes.

¿Cuál es el perfil del pedófilo? Tal vez sea una cuestión irrelevante, ya que parece ser que en general un pedófilo es una persona como usted y como yo.

Paedophilia: A Factual Report. Rotterdam: Enclave, 1985.

Edward Brongersma

1911-1998. Jurista y político holandés.

Un niño es maduro para el goce, para el sexo hedonista, desde su nacimiento; el sexo como expresión de amor resulta posible a partir de los cinco años aproximadamente; la pubertad es la mejor época para la experiencia ‘oceánica’, mística, de utilizar el sexo para fundirse con la naturaleza. Procrear debe ser privilegio del hombre adulto.

Loving Boys: A Multidisciplinary Study of Sexual Relations Between Adult and Minor Males (Vol. 1), 1986, p. 40.  [Vol. 2]

Pat Califia

1954- . Escritora y activista lesbiana.

Los boylovers y las lesbianas que tienen amantes jóvenes son las únicas personas que echan una mano a los jóvenes para ayudarles a atravesar el dificultoso terreno entre la sociedad heterosexual y la comunidad gay. No son abusadores de menores. Los abusadores de menores son los sacerdotes, profesores, psiquiatras, policías y padres que imponen su rancia moral a los jóvenes que tienen a su cargo. En lugar de condenar a los pedófilos por tener relaciones con jóvenes gays y lesbianas, deberíamos apoyarles.

The Advocate (octubre 1980).

Daniele Capezzone

1972- . Político italiano.

Ningún sistema —salvo que sea un sistema nazi o comunista— puede criminalizar ninguna orientación sexual como tal, como “estado”, como “condición”, como “ser”. Toda orientación sexual, toda preferencia, toda elección, pueden y deben ser perseguidas siempre y cuando se traduzcan en comportamientos violentos y dañinos para otras personas, ya sean menores o adultos. Pero  criminalizar a los “pedófilos” como tales no sirve para “proteger a los menores” (que más bien deberían ser protegidos de aquellos que idean este tipo de protecciones), sino únicamente para crear un clima incivil, no humano ni —digámoslo así— cristiano.

Declaración oficial de la dirección de los Radicales Italianos.

Lewis Carroll

1832-1898. Escritor, matemático y fotógrafo británico.

Me gustan mucho los niños (excepto los varones).

En una carta a Kathleen Eschwege escrita en 1892. The Life and Letters of Lewis Carroll, S. D. Collingwood.

Luis Cernuda

1902-1963. Poeta español.

Tiernos niñitos, yo os amo tanto;

Os amo tanto, que vuestra madre

Creería que intentaba haceros daño.

El mirlo, la gaviota, en Los placeres prohibidos, 1931.

Jean Cocteau

1889-1963. Poeta, novelista y dramaturgo francés.

El pederasta reconoce al pederasta como el judío al judío.

El libro blanco, 1929 (trad. Arturo Vázquez Barrón, 1995).

Tony Duvert

1945-2008. Escritor francés.

Tuve que esperar hasta los doce años para ser por fin sodomizado de importancia: muchos chiquillos a los que se lo entregaba me picoteaban el ano atentamente, pero eso no apagaba el fuego interno que atizaban en mí los grandes miembros que aquí y allá masturbaba. Hacía falta una violación. De la cual yo fuese el autor, evidentemente. La víctima fue un adolescente de quince o dieciséis años que se masturbaba conmigo a veces. ¡Cómo me costó convencer a aquel atontado de hermosa verga para que se me subiera encima!

L’Enfant au masculin. París: Éd. de Minuit, 1980, p. 25.

[La] libertad para salir de una situación para la que habíamos consentido es, claramente, la garantía necesaria y suficiente del valor del consentimiento en sí mismo. No hay por qué discutir sobre la «capacidad» (del menor en particular) de alguien para consentir o no con conocimiento de causa: siempre estamos capacitados, aun siendo bebés, para distinguir lo que nos gusta de lo que nos disgusta, y para expresar dicha valoración.

Ídem., 112.

La prensa, heterosexual y familiar, pinta a los pederastas como agresores temibles para los niños. Pero, en su mayor parte,las violaciones de niños son heterosexuales y familiares. Además, casi todas permanecen impunes, escondidas, tapadas.

Abécédaire malveillant. París: Éd. de Minuit, 1989, p. 95.

Vivir con un niño sin que nos guste estrecharlo y que nos provoque para que lo hagamos no es más que tener las tareas que su debilidad impone. La naturaleza ha hecho a los pequeños mamíferos encantadores para la vista y muy amantes de las caricias y de los lametones: eso atrae a los adultos que les alimentan (sin tener en cuenta a algunos ogros), los fideliza e inhibe en ellos el deseo de asesinato que se despierta cuando se sufre la presión permanente de un congénere inoportuno. El fenómeno no es sentimental sino neuroquímico: normalmente el contacto con el joven apaga la violencia que su presencia exasperante puede inspirar en aquellos que no lo tocan.

Ídem., pp. 135-136.

[P]ara mí, la pedofilia es una cultura. Tiene que constituir una voluntad de hacer algo de esa relación con el niño. [...] Es imprescindible que las relaciones sean culturales. Y es imprescindible que se dé algo que no sea ni paternal ni pedagógico. Tiene que crearse una civilización.

“Tony Duvert: Non à l'enfant poupée”, en Libération, n.º 1532 y 1533 (10-11 de abril 1979).

J. Z. Eglinton

1928-1993. Escritor estadounidense.

La relación amorosa entre un adulto y un muchacho es, por lo tanto, necesariamente distinta de lo que sería entre personas de la misma edad e iguales en otros aspectos. Debe tener en cuenta la inmadurez, la flexibilidad y la naturaleza cambiante del muchacho. En otras palabras, como el amor paternal, como el amor de un hermano mayor por el más joven, como el amor de un hombre maduro por su joven esposa inexperta o menos instruida, es una relación asimétrica

El hombre debe ser para el muchacho un guía-filósofo-amigo y consejero, alguien hacia quien el muchacho pueda tener respeto y confianza, alguien que responda a sus preguntas, alguien en quien el muchacho pueda confiar sin temor al rechazo, al ridículo o a ser descubierto ante sus padres, alguien de quien el muchacho pueda aprender cosas que debe saber pero que no aprenderá ni en la escuela, ni de los demás muchachos de su edad, ni tal vez siquiera de sus propios padres, alguien dispuesto a ver al muchacho emanciparse de la dependencia inicial para decantarse por las muchachas

Era así como los griegos veían dicha relación. Si acaso intervenía la sexualidad, ésta sólo era parte de un conjunto mucho más amplio de confianza mutua, de experiencias compartidas, de amor dado y recibido; y todavía hoy es así en algunas relaciones.

Greek love. Nueva York: Oliver Layton Press, 1964, p. 8.

Puede que yo sea demasiado idealista, pero tengo tendencia a pensar que en caso de que disminuyeran los tabúes y las presiones jurídicas, la historia se repetiría. Al igual que en épocas anteriores el amor griego fue una fuerza beneficiosa, tal vez lo volverá a ser a menudo en el futuro.

Ídem., p. 12.

Si los tabúes y las presiones jurídicas disminuyeran, el debate abierto y el conocimiento sustituirían a la ignorancia, y los propios muchachos estarían mejor capacitados para decidir si van en busca de este o aquel hombre —o si aceptan su interés por ellos—. (Porque tales deseos no vienen siempre del mismo lado; la psiquiatría moderna ha demostrado que los propios muchachos  toman a menudo la iniciativa).

Ibídem.

Arcadi Espada

1957- . Periodista español.

Entre los pocos pederastas hay un pequeñísimo porcentaje de criminales que utiliza la violencia para satisfacer su deseo. Otra obviedad igualmente insulsa, pero imprescindible, dado que así como la violación no se identifica con el comportamiento sexualmente habitual de los adultos tampoco la inclinación pederasta debe identificarse con la violación y el asesinato. Es más, la atracción sexual por los niños no deriva siempre en una conducta que castiguen las leyes: las leyes no castigan la naturaleza, sino la conducta de las personas.

“Yo conozco a un pederasta”, El Mundo, 25 agosto 2007.

Michel Foucault

1926-1984. Filósofo francés.

Es posible que el niño, con su propia sexualidad, haya deseado a este adulto, puede incluso haber consentido, puede incluso haber dado el primer paso. Podemos admitir incluso que es él el que ha seducido al adulto. Pero nosotros, con nuestro conocimiento psicológico especializado, sabemos perfectamente que aunque sea el niño el que seduzca, siempre correrá un riesgo, y que en todos los casos sufrirá algún daño y algún trauma por el hecho de mantener relaciones con un adulto. Por lo tanto, el niño debe ser ‘protegido de sus propios deseos’, aun cuando sus deseos lo lleven hacia un adulto.

En La ley del pudor, refiriéndose irónicamente a la postura de los psiquiatras sobre el consentimiento sexual de los menores en los tribunales.

Joan Fuster

1922-1992. Escritor español en lengua catalana.

¿«Corrupción de menores»? Probablemente, hasta que un menor no sea debidamente «corrompido» no se convertirá en adulto.

Sagitari, Valencia, Diputación de Valencia, 1985.

André Gide

1869-1951. Escritor francés.

Ved, ved a los jóvenes efebos y sus danzas sagradas. Su hermoso cuerpo blanco reluce al sol, frotado con aceite, y la alegría les enrojece las mejillas. ¡Oh bello arte de Grecia! Qué hermosos eran al sol todos vuestros jóvenes adolescentes; el orgullo estaba en sus ojos y la fuerza en sus hombros; ved cómo se agrupan y giran con gracia en torno al altar de Baco. ¡Oh bello arte de Grecia! Vosotros comprendíais la belleza.

Diario (trad. Laura Freixas, 1999).

Juan Gil-Albert

1904-1994. Poeta y ensayista español.

En la pareja normal es el varón el seducido, y, a su vez, por un desdoblamiento obligado de la especie, el protector; éste es el doble papel que asume también el homosexual con su pareja socrática. Pero sin menoscabo para su joven contrincante de la condición viril. Este joven contrincante seduce, más o menos voluntariamente, en ocasiones muy involuntariamente, al homosexual adulto, muy configurado y experto, y que dirige, con la mano trémula del amor, pero con su envidiable tozudez, el asedio y los derroteros de la aventura. 

¿Quiere esto decir que el joven en quien se han fijado los ojos y la voluntad juegue aquí un papel femenino? 

No, el muchacho no depone su atuendo varonil, no debilita, por esta atención encomiástica que inspira, los dotes de su pubertad, más bien al contrario, ante la muestra de un homenaje tal, las vigoriza y las refrenda; como si dijéramos, ante la persuasión encumbradora de aquel halago, como más hombre, y esto de un modo simbólico, significativo y como estético.

Heraclés. Madrid: Taller de Ediciones Josefina Betancor, 1975.

Allen Ginsberg

1926-1997. Escritor estadounidense.

Sólo con dar un paseo por el Vaticano, se podría decir que a todo el mundo le gusta el suave efluvio erótico de los cuerpos desnudos de los preadolescentes.

De una entrevista para Seconds Magazine, 1994.

Preben Hertoft

1928- . Psiquiatra y sexólogo danés.

[E]n los casos en los que hay un consentimiento mutuo y una atracción sexual mutua, la actividad sexual en sí misma [entre hombres y niños] no parece tener efectos dañinos. Esperemos que esto pueda tranquilizar a los padres y ayude a evitar que se sientan innecesariamente molestos y preocupados.

Introducción a Crime Without Victims, Ámsterdam, Global Academic   Publishers, 1993.

Massimo Introvigne

1955- . Sociólogo, filósofo y escritor italiano.

El debate actual sobre sacerdotes pedófilos —considerado desde el punto de vista de la sociología— es un ejemplo típico de «pánico moral». El concepto nació en los años setenta para explicar cómo algunos problemas son objeto de una «hiperconstrucción social». En concreto, los pánicos morales han sido definidos como problemas socialmente construidos, caracterizados por una amplificación sistemática de los datos reales, ya sea en la representación mediática o en el debate político.  

Preti pedofili Cinisello Balsamo: Edizioni San Paolo, 2010.

Joaquim Jordà

1935-2006. Cineasta español.

La violación es algo traumático, ahora bien, entre una violación y un juego amoroso compartido, hay muchos matices, y los niños tienen juegos amorosos, los tienen entre sí, los tienen niños con niños y niños con adultos, y adultos con niños, un juego amoroso no es una violación, aunque pueda haber elementos de sexo directo, si un juego es consentido, es aceptado, es otra cuestión, ya sé que suena horrible esto, no se puede decir, pero yo sigo pensando que un niño tiene una sensualidad.

De una entrevista para la revista Lateral, 2004.

Michael Kearns

1950- . Actor, escritor y activista gay estadounidense.

Tengo un amigo que se enfrenta a una posible condena de cárcel por tener relaciones sexuales con una pareja de 15 años. Yo quiero a mi amigo; es una buena persona. En la audiencia preliminar, me quedó claro que las “víctimas” eran los seductores, quienes ya habían tenido repetidamente relaciones sexuales entre ellos. Pero a los ojos del tribunal, su edad es el único factor a valorar. Desde un salón de té para drag-queens, aplaudo cualquier subcultura gay. La discriminación entre nosotros es profundamente autodestructiva. NAMBLA merece ser escuchada y respetada.

Men Loving Boys, publicado en la revista gay Edge, 31 agosto 1988.

Alfred Kinsey  

1894-1956. Biólogo, zoólogo y sexólogo estadounidense.

Es difícil entender por qué un niño, excepto por sus condicionamientos culturales, debería sentirse turbado porque le toquen sus genitales, o por ver los genitales de otras personas, o por otros contactos sexuales incluso más concretos. Cuando padres y maestros les previenen constantemente con respecto a los contactos con adultos, sin proporcionarles explicación alguna sobre la precisa naturaleza de los contactos prohibidos, los niños se hacen propensos a ponerse histéricos tan pronto como se les aproxime cualquier persona mayor, o cuando alguien se detenga a hablarles en la calle, o les acaricie, o se ofrezca a hacer algo por ellos, incluso cuando el adulto no tenga en mente objetivo sexual alguno. 

Algunos de los especialistas más experimentados en los problemas de la infancia y la juventud han llegado a la conclusión de que las reacciones emocionales de los padres, de los agentes de policía y de otros adultos que descubren que el niño ha sido objeto de un contacto tal pueden perturbar al niño más seriamente que los mismos contactos sexuales. La histeria que existe actualmente con respecto a las agresiones sexuales bien puede tener consecuencias graves sobre la capacidad de muchos de esos niños para llevar a cabo los necesarios ajustes sexuales, años después, en sus matrimonios.

Conducta sexual de la mujer, 1953.  

Sexual Behavior in the Human Male (1948) - chapter5 - Early Sexual Growth and Activity

Thomas Mann

1875-1955. Escritor alemán.

Amor, por cierto, imitaba en esto a los matemáticos, que presentan a los niños aún inexpertos imágenes concretas de las formas puras: así también, para hacernos visible lo espiritual, el dios gustaba de recurrir a la figura y el color de la juventud humana, a la que convertía en instrumento de la reminiscencia adornándola con todo el esplendor de

la belleza, y ante cuya visión nos abrasaba luego el dolor y la esperanza.

La muerte en Venecia, 1912 (trad. Juan del Solar, 2003).

Gabriel Matzneff

1936- . Escritor francés.

Lo que me cautiva no es tanto un sexo determinado como la juventud extrema, ésa que va de los diez a los dieciséis años y que a mi juicio es —con más motivo que lo que suele entenderse por esa fórmula— el verdadero tercer sexo.

Les Moins de seize ans. París: Julliard (colección Idée fixe), 1974, p. 21.

Ese gusto por los niños, ¿es homosexual? Stricto sensu, sí: un muchacho de trece años es del mismo sexo que yo, y por lo tanto, al acostarme con él realizo un acto homosexual. Sin embargo, si homos significa semejante en griego, está claro que ese chaval y yo no nos parecemos.

Ídem., p. 22.

Si hay una edad en la que un muchacho necesita contactos sexuales, es la adolescencia. La sociedad adulta no tiene ningún derecho a prohibirle calmar esa sed.

Ídem., p. 49.

De vez en cuando, un marido asesina a su mujer. Este incidente lamentable no pone en tela de juicio, en la mentalidad de los burgueses, la institución del matrimonio. No porque un enfermo mental estrangule de vez en cuando a un niño esos mismos burgueses tienen derecho a hacer pagar el pato a todos los pederastas, ni a privar a sus hijos de la felicidad de ser iniciados en el placer, la única «educación sexual» que no es una mentira y una bobada.

Ídem., pp. 49-50.

Acostarse con un/a niño/a es una experiencia hierofánica, una prueba bautismal, una aventura sagrada.

Ídem., p. 75.

Las razones que esgrimen los adultos para prohibir a los menores de dieciséis años una vida amorosa son parecidas a las pruebas de la existencia de Dios tan queridas por la teología escolástica: no se sostienen.

Les passions schismatiques. París: Éd. Stock (Le monde ouvert), 1977, “L’enfant”, p. 139.

[…] lo que había sido el siglo que terminaba: el horror de los regímenes totalitarios, después la caída de la Unión Soviética, los Estados Unidos convertidos en amos del mundo, el planeta sometido a las bombas, a los mercados y a los aullidos puritanos del otro lado del Atlántico, siendo los judíos reemplazados por los pedófilos en el imaginario universal de la diablura.

Mamma, li Turchi ! París: La Table Ronde, 2000, segunda parte, cap. 3, p. 157.

Catorce años es la edad que yo mismo tenía cuando fui conquistado, seducido, iniciado en los placeres del amor, desvirgado, «violado» diría el Código penal, por la hermana mayor de uno de mis compañeros. Ella era mucho más mayor que yo, muy guapa, muy sensual, muy dulce. Guardo de aquella primera experiencia un recuerdo tierno y encantador.

Séraphin, c’est la fin ! París: Éd. de La Table Ronde, 2013, “À propos du viol” (13 diciembre 2007), p. 94.

John Money

1921-2006. Psicólogo y sexólogo neozelandés.

Si yo viese el caso de un niño de diez u once años de edad intensa y eróticamente atraído hacia un hombre de veinte o treinta, si la relación fuese totalmente consentida y el vínculo afectivo fuese verdadera y totalmente recíproco... en ese caso yo no lo calificaría como patológico de ningún modo.

De una entrevista para Paidika: The Journal of Paedophilia, 1991.

Vladimir Nabokov

1899-1977. Escritor estadounidense de origen ruso.

Hay muchachas, entre los nueve y catorce años de edad, que revelan su verdadera naturaleza, que no es la humana, sino la de ninfas (es decir, demoníaca), a ciertos fascinados peregrinos, los cuales, muy a menudo, son mucho mayores que ellas (hasta el punto de doblar, triplicar, o incluso cuadriplicar su edad). Propongo designar a esas criaturas escogidas con el nombre de nínfulas.

Lolita, 1955 (trad. Francesc Roca, 2002).

Friedrich Nietzsche

1844-1900. Filósofo y escritor alemán.

La cultura griega del periodo clásico es una cultura de hombres. Por lo que a las mujeres respecta, todo lo dice Pericles en el discurso fúnebre con las palabras: tanto mejores son cuanto entre los hombres se habla de ellas lo menos posible. 

La relación erótica de los hombres con los adolescentes fue, en un grado inaccesible a nuestra comprensión, el presupuesto necesario, único, de toda educación viril (más o menos tal como entre nosotros durante mucho tiempo toda la educación superior de las mujeres sólo la reportaban los amoríos y el matrimonio); todo el idealismo de la fuerza de la naturaleza griega se vertió en esa relación y probablemente jamás han vuelto nunca los jóvenes a ser tratados tan atenta, tan amorosamente, tan absolutamente tomando en consideración su sumo bien (virtus), como en los siglos VI y VII, esto es, conforme a la bella máxima de Hölderlin: «pues amando da el mortal lo mejor de sí»

Humano, demasiado humano - § 259 (trad. Alfredo Brotons Muñoz, 1996).

Tom O’Carroll

1945- . Escritor y activista pedófilo irlandés.

La disparidad de tamaño y poder entre padre e hijo crea un potencial para el abuso. Sin embargo, partiendo de la base de que las relaciones entre padres e hijos suelen ser positivas, simplemente aceptamos que la desigualdad forma parte de su propia naturaleza. Me gustaría que las relaciones pedofílicas fueran vistas desde la misma perspectiva.

Paedophilia: The Radical Case. Londres: Peter Owen Ltd., 1980.

Roger Peyrefitte

1907-2000. Escritor francés.

El hecho de ser pederasta no conlleva ninguna grandeza, pero tampoco impide ninguna. Tal vez la verdadera grandeza de la pederastia esté en sus servidumbres, porque, incluso entre los griegos, que con todo la divinizaron, obligaba a sus adeptos a luchar contra los prejuicios del vulgo. En todas las épocas, la vida del pederasta ha sido un combate. Combate, cuando es joven, contra sus maestros y contra su familia, combate después contra la sociedad, amenaza perpetua para su honor y su posición, odio feroz de los reprimidos, de los hipócritas y de los imbéciles. 

Sería engañoso dejarse guiar por las victorias de algunos pederastas en áreas específicas. Siempre son duramente conquistadas y ásperamente cuestionadas. Finalmente, como la pederastia es el tipo de amor para el que resulta más difícil constituir, mantener y desarrollar la pareja ideal, es también este el que proporciona menos logros y en el que, la mayoría de las veces, el placer sustituye a la felicidad.

“Grandeur et servitudes de la pédérastie”, en Le Crapouillot, n.º 12, Les pédérastes, agosto-septiembre 1970, p. 15.

La imprudencia, la confianza, la ingenuidad, el entusiasmo de la mayoría de pederastas los expone a más desventuras que a los demás –se podría decir incluso que algunos los buscan como un estimulante. Es la dificultad de encontrar al compañero soñado lo que les inspira esa bulimia, confundida en ocasiones con una neurosis.

Ibíd., p. 16.

[...] Homófilo, palabra horrible que apesta a farmacia. Tampoco me gusta la de pedófilo, aunque sea auténticamente griega, y prefiero la palabra más franca de pederasta, que no lo es menos.

Propos secrets. París: Albin Michel, 1977, cap. 11, p. 247.

¿Qué mejor recuerdo para un hombre que el de saber que fue deseado por otro hombre cuando era niño?

Propos secrets (2). París: Albin Michel, 1980, cap. 10, p. 319.

Platón

H. 427-347 a. C. Filósofo griego.

Pues yo al menos no puedo decir que exista para un joven recién llegado a la adolescencia mayor bien que tener un amante virtuoso, o para un amante, que tener un amado.

El Banquete (trad. Guillermo Galán Vioque y Miguel Á. Márquez Guerrero, 2001).

Christiane Rochefort

1917-1998. Escritora francesa.

Entre todos los oprimidos dotados de habla, los niños son los más callados. […] Son los adultos quienes hablan por los niños, como los blancos hablan por los negros y los hombres por las mujeres. Es decir, desde arriba y desde fuera.

Les enfants d’abord. París: Bernard Grasset, 1976, pp. 7-8.

Estratón de Sardes  

S. II. Poeta griego.  

Disfruto con los de doce años en la flor de la edad. Mas es

el de trece mucho más deseable incluso;

y el que tiene dos veces siete es una flor más dulce que los Amores,

pero es más agradable el que cumple el tercer lustro;

el de dieciséis años pertenece a los dioses; pero conseguir

al de diecisiete no está a mi alcance, sino de Zeus.

Aunque si alguien siente deseo de chicos mayores, ya no juega,

Sino que busca ya “que le dé… respuesta”.

Antología Palatina, XII, 4 (trad. Guillermo G. Vioque y Miguel Ángel M. Guerrero).

Teognis

S. V a. C. Poeta griego.

El amor por un joven es hermoso para poseerlo y hermoso para dejarlo; pero es más difícil de hallar que de satisfacer; mil males y bienes provienen de él, pero en esto mismo hay un cierto encanto.

II, 1369-1372 (trad. Francisco R. Adrados).

Fernando Vallejo

1942- . Escritor colombiano.

Yo no soy homosexual, yo soy bisexual: me gustan los niños y los muchachos.

Entrevistado por Margarita Vidal para un programa de televisión. Cfr. Documental de Luis Ospina, 2000. La desazón suprema. Retrato incesante de Fernando Vallejo.  

La palabra pederastia es de un significado amplio que hay que precisar.  Pederastia es tener relaciones sexuales con niños, pero hay que entender primero qué es un niño. ¿Un niño es uno de 5 años o uno de 13?  Uno de 13 no es un niño y uno de 12 está dejando de ser niño y puede tener relaciones sexuales con personas mayores, si les da la gana.  

Durante la conferencia “Los crímenes del Cristianismo”, en el Teatro Heredia de Cartagena (Colombia), 2009.  

La pederastia es inocente siempre y cuando no vaya destinada a la reproducción, en cuyo caso es el crimen máximo, y siempre y cuando no medie la violencia física y la coacción moral.  

Durante la presentación en la Casa de América de Madrid, en 2010, de la novela Mi hermano el alcalde.  

La pederastia no es un crimen, es una tontería: ¿Qué importancia tiene que un cura masturbe a un muchachito? El muchachito se irá a masturbar a su casa.

Entrevistado por Silva Herzog para un programa de radio, 2011.

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